Amaneció el infausto día 27, y apenas comenzaron los preparativos para el embarque del grano, el pueblo enfurecido apedreó la casa del Consignatario, sin que la tropa hiciese nada por evitarlo, se dió orden de formar delante de la morada. con lo que ceso la pedrea, pero alentado el populacho con la impunidad, rasgo con navajas y cuchillos los sacos de maíz que en carros se conducían al embarcadero, entreteniendose en esta destructora labor, sin atender a las exhortaciones de las autoridades que aconsejaban prudencia, y el debido respeto a la propiedad. Entonces sin preceder las intimidaciones de ordenanza, se dió a la tropa orden de hacer fuego en el momento mismo en que el muelle estaba ocupado por multitud de niños y mujeres que recogían el grano de los sacos, mientras alentaban alos hombres en su insana tarea de destrucción.
Horrible escena!!! Seis muertos y algunos heridos yacían tendidos en el muelle.
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