lunes, 25 de febrero de 2008

ANTROXU FINALES DEL XIX


A finales del s.XlX se celebraba el camaval de forma muy diferente, segun fueran barrios mas humildes 0 zonas mas coloniales. En concreto, en el barrlo marinero de Sabugo, se concentraba la gente mas folixera de la villa, y de hecho, a medlados del s.XX fueron los que iniciaron el Entierro de la Sardina, el acto mas irreverente de todo el carnaval.



Predominaban entonces las murgas, parodias y desfiles de carros engalanados. En zonas mas prosperas como Versalles o Villalegre, donde se hablan instalado los indlanos, festejaban el carnaval con lujosos bailes y desfiles de carrozas imitando a otras ciudades europeas donde estas fiestas estaban ganando prestigio.

AVILES DEPORTIVO 1920


El 10 de Julio de 1920 , el editorial de la publicacion Aviles Deportivo llamaba a la verdadera afición, denunciando una peña que iba al estadio no a apreciar el buen juego sino a promover la violencia. En su comentario podemos encontrar, ademas de un reproche al incipiente profesionalismo, un lejano precedente de lo que son los ultras.


En 1929 el Real Stadium Avilesino promueve una federacion avilesina de clubs no Federados de la que forman parte; Villalegre Foot Ball Club, Navarro Futbol Club, Sociedad Deportiva Victoria F.C., Ayting Club Magdalena, Europa F.C. ,Deportivo Avilesino,El Elemento de San Cristobal y El Ku Klus Klan de Rivero.

martes, 19 de febrero de 2008

PARTIDO DE FUTBOL ENSIDESA-MALAGA (2-1) 2ª División A Temp. 75-76

EL TEATRO EN AVILES A FINALES DEL XIX


Antes de mediar el pasado siglo, los espectáculos en Avilés se celebraban al aire libre o en el salón de sesiones del Ayuntamiento. Había- claro está – en los estrados de las casas señoriales sus reuniones, sus conciertos y sus teatrillos, pero, tratándose de espectáculos de pago, no había otro tan amplio como el Salón de Occidente de la Casa Municipal, y a él recurrían.

Posteriormente se levantó un “teatrito de pisos”, gracias a la férrea voluntad de Don Jorge de las Alas, en el solar que hoy ocupa, en la Calle del Generalísimo Franco, números pares, el Bazar Covadonga. Ese local llena la historia escénica de Avilés y está descrito magistral y minuciosamente por Palacio Valdés en las primeras páginas de su novela “El Cuarto Poder”.


La Sociedad Obrera Industrial radicaba en el bajo y principal de lo que es hoy el Hotel Serrana en el mismo actual edificio. La sala corría de Este a Oeste, y era capaz para 200 o 300 personas. Un escenarillo con cuatro malos bastidores y unas pobres y raquíticas bambalinas se levantaban en la parte Este, frente a la Iglesia de San Nicolás, más tarde al cambiar la escalera de acceso, se colocó en la parte Oeste para dar más amplitud a la sala.
Las iniciativas teatrales partían, desde el año 1890 hasta bien entrado el siglo actual de esta simpatiquísima sociedad, funciones benéficas…, patrióticas…, de recreo, todo salía de aquella inolvidable casa, donde la juventud palpitaba gozosa, irradiando alegría en su torno.

EL STADIUM AVILESINO CAMPEON DE ESPAÑA DE FUTBOL AFICIONADO EN 1940


Llegan a l a final del Campeonato de España de Futbol Aficionado los equipos del Stadium Avilesino de Avilés y el equipo valenciano del Burjasot. La fase final se juega en Valencia y el Stadium y el Burjasot terminan en el tiempo reglamentario con empate a dos en el marcador. En la prorroga cada equipo marca un gol poniendose el partido de la final con empate a tres goles, pero con el inconveniente de que al Burjasot le expulsan en Ia prorroga hasta cuatro jugadores, mas dos que estan jugando medio lesionados, en un determinado momento el equipo valenciano abandona el terreno de juego con el argumento de que aquello era una encerrona.


Las autoridades federativas para dar ejemplo no proclaman al representante de Avilés ganador del Campeonato. Obliga a que la final se juegue enVallecas y frente a otro rival, ese rival no podia ser otro que el Sevilla que habia sido semifinalista. El Sevilla habia jugado previamente en la primera eliminatoria contra el Deportivo Badajoz al que habia eliminado Al pasar lo que ocurrio en la final y con la retirada del equipo valenciano, se programa una nueva final ahora entre el Stadium Avilesino campeon del otro grupo y el Sevilla, el partido se juega en Madrid concretamente en el Campo de Vallecas, y el Sevilla es derrotado por 4-2, por parte del Stadium Avilesino. Los cuatro goles del representante asturiano los marca Mijares.

Stadium Avilesino: Lafuente, Ricardo, Arsenio, Ladreda, Hilario, Leixo, Armando, Poreto, Mijares, Castor y Abascal.

domingo, 17 de febrero de 2008

¿ESCLAVOS EN AVILÉS?

1490, Marzo, 31, Sevilla.

Los Reyes Católicos, mandan a Juan de Herrera, contino de su casa, vaya con un escribano a Palos y Huelva y reintegre ocho esclavos que están en poder de vecinos de dichas villas a Gómez Arias, vecino de Avilés, a quien corresponden por haberlos tomado a súbditos portugueses, en ejecución de carta de represalia que posee.
A.G.S. Registro General del Sello fol. 466
Don Fernando e Doña Isabel, etc..., a vos Juan de Herrera contino de nuestra casa, salud e graçia.
Sepades que Gómez Arias, vezino de la villa de Avilés, nos fizo relaçión por su petiçión que ante nos en el nuestro consejo presentó, diziendo que por nos le fué dada una nuestra carta executoria para el liçençiado de Lobo, ya defunto, nuestro alcalde que fué en la dicha nuestra corte, e que por la dicha nuestra carta mandóse que le fuesen entregados çiertos esclauos y esclauas que están en poder de Gullelmo Lebrón de la Fuente, ingles estante en la villa de Huelua, e en poder de Ferrand Gentil, vezino de Palos, que son ocho esclauos e esclauas que auian seydo en ellos secrestados e se fallaron en su poder de los que auian seydo represaos a çiertos portugueses, de los quales dichos esclauos tenía el dicho Guillelmo çinco, el dicho Ferrand Gentil tres; e que como quiera que por su parte fue requerido el dicho liçençiado que le fiçiese entrega de los dichos ocho esclauos que así estauan en poder de los suso dichos secrestados, e los que él deuia de auer para en cuenta de las seisçientas mil mrs. que por nos le fueron mandadas pagar de la marca e represaria qué auia fecho en los dichos portugueses, diz aquél liçençiado, con dilazión y por cabusa de su muerte non gelos entregó e questán en poder del dicho Ferrand Gentil e de Guillelmo, los quales comoquiera que diz que por él haqn seydo requeridos que gelos dé y entregue, non lo ha requerido fazer, poniendo a ellos sus escusas e dilaçiones indiuidas; e que así si passase quel resçibiría en ello grand agrauio e dapno. E nos soplicó e pidiópor merçed sobrello les mandásemos prouer y remediar con justiçia o como la nuestra merçed fuese, e nos touímoslo por bién.
Por que vos mandamos que luego vades a las dichas villa de Huelua e Palos e tomedes e saquedes de poder de los dichos Ferrand Gentil e Guillelmo Lebrón los dichos ocho esclauos y esclauas que así en su poder fueron secrestados e los dedes e entreguedes al dicho Goméz Arias o a quién su poder para ello ouiere, con las costas que verdaderamente fallardes que a cabsa e culpa dellos el dicho Gómez Arias ha fecho en seguimiento deste negoçio. E si vos non quieren dar nin entregar los dichos esclauos e esclauas luego que por vos fueren requeridos, nos vos mandamos que fagades entrega e secuçión por ellos en sus personas e bienes, e de los mrs. por que fueren vendidos fagades pago al dicho Gómez Arias o al que su poder para ello ouiere, del valor verdadero que valgan los dichos esclauos, con las dichas costas. A los quales dichos Ferrand Gentil e Guillelmo Lebrón mandamos que vos den o entreguen los dichos esclauos que así en su poder fueron secrestados, o el valor dellos, a los plazos e so las penas que vos de nuestra parte les pusierdes e mandardes por nos, las quales nos por la presente les ponemos e auemos por puestas. e es nuestra merçed e voluntad que estedes en fazer lo suso dicho con la yda y estada e buelta a nuestra corte veinte días, e que ayades e lleuedes cada día dellos para vuestro salario e mantenimiento e de un escriuano que con vos vaya, ante quién pase lo suso dicho, dozientos e veinte mrs. los quales ayades e lleuedes e vos sean pagados de los bienes de los dichos Ferrand Gentil e Guillelmo Lebrón, para los quales auer e cobrar delllos e de sus bienes e les fazer qualesquier presiones e execuçíones e ventas e remates de bienes, para cada cosa e parte de lo suso dicho por esta nuestra carta vos fazemos nuestro juez mero exento e vos damos [ poder] complido con todas las incidençias e dependençias, emergençias e anexidades e conexidades; e si para fazer e conplir e executar lo suso dicho, favor o ayuda ouiéredes de menester, por esta nuestra carta mandamos a los conçejos, justiçias, regidores, caualleros, escuderos, ofiçiales e omes buenos de las dichas villas de Palos e Huelua e otras qualesquier personas, que vos lo den e fagan dar e que en ello vos non pongan nin consientan poner enbargo nin impedimento alguno. E los unos nin los otros non fagades nin fagan ende ál so pena de la nuestra merçed e de diez mil mrs. para la nuestra cámara e fisco a cada uno por quién fincare de lo así fazer. E demás, etc.
Fecha XXXI días de março, año del Nasçimiento del Nuestro Saluador Jhesu Christo de mil e quatroçientos e nouenta años.
Don Aluaro - Joanes dotor- Amdrés dotor- Antonius dotor- Yo Alonso del Mármol, etc.
(Extraido de "Gómez Arias Mercader de Avilés" de Eloy Benito Ruano - Ridea 1975)

ESTEBAN DE LOS ALAS







jueves, 14 de febrero de 2008

LOS MANCHONEROS BELGAS


A principios del siglo XX la actividad con más solera de la industria avilesina es la industria del vidrio. Consistía esta rama en conseguir aquel material fundiendo en unos crisoles arena ( de silice, calcio, potasio y sodio) tras haber sido molidas, cribadas y mezcladas. Allí la temperatura alcanzaba los 1400º y 1500ºC y hacían falta muchas horas para que se fundieran todos los ingredientes. Una vez hecha esta masa, se llevaba a los manchoneros.

Venía este oficio de los tiempos en los que estos trabajadores soplaban por una caña de hierro hasta formar un manchón (una especie de botella enorme). Como su trabajo era agotador, los manchoneros disfrutaban de un tiempo de descanso cada dos o tres horas. Los manchones se enfriaban luego en los hornos de recocido, que los mantenían a una temperatura templadaérmico para evitar que estallasen en un brusco cambio térmico. A continuación se les cortaba el cuello y el fondo y se les practicaba un corte transversal. Entonces se estiraba el vidrio y se obtenía una lámina plana.


A pesar de lo mucho que trabajaban en esa tarea agotadora, y lo mucho que sabían de su oficio, los manchoneros belgas de la vidriera de Sabugo no entendían nada. No entendían porque la empresa dejaba de respetar los acuerdos a los que había llegado con ellos: pagarles 2,30 pesetas por cada día excedente de la "campaña" anual, es decir, de los aproximadamente treinta días de paro forzoso de cada año. Y como no se respeto tal compromiso, en septiembre de 1901 fueron a la huelga.

Dos meses más tarde los dueños de la fábrica contrataron a otros obreros, también belgas, para cubrir la nueva campaña. Estos obreos tampoco entendían nada de la situación, ya que vinieron hasta a Avilés a trabajar en una fábrica de vidrios sin que nadie les dijera que su verdadero cometido era hacer el trabajo que sus compatriotas se negaban a desempeñar, quebrantando así su lucha al dar al traste con la huelga. Cuando por fín entendieron esto, se negaron también a trabajar, y el Centro Obrero de Avilés les pagó el pasaje de vuelta a su país, aunque, para impedir este retorno, los patronos les retuvieron el equipaje.

Y, a pesar de todo, los manchoneros belgas, los primeros, seguían sin entender tal situación, quizás fuera porque se agrupaban en una Sociedad de resistencia que se llamaba "El Soleil" y porque la mayoría, no entendían... el español.


(Extraido de Aviles una historia de 1000 años - Juan Carlos de la Madrid)

LAS SOCIEDADES OBRERAS EN AVILÉS


Las Sociedades Obreras Avilesinas, que en 1901, se integraban en la UGT y en el Centro Obrero de Avilés, erán : "La Siempre Viva" (Sociedad de Trabajadores de San Juan de Nieva); "La Firmeza" (obreros del hierro y demás metales); "La Avilesina" (Sociedad de Obreros Vidrieros), "La Humanidad" (Sociedad de Obreros de la Fábrica de Azucar); "La Sociedad de Albañiles y Pintores"; "Sociedad de Manposteros de Avilés"; "Sociedad de Labrantes de Avilés"; "La Soleil" (Sociedad de Obreros Belgas de la Vidriera de Sabugo); "Sociedad de Oficios Varios"; "Sociedad de los Carpinteros de Avilés"; "Cooperativa Avilesina"; "Sociedad de Resistencia de Arnao"; "Sociedad de Resistencia de Obreros de la Construcción". En 1901, la UGT contaba con 4224 militantes en Asturias, de los que 700 pertenecían a Avilés.


Si en 1902, el Centro Obrero de Avilés tenía 500 cotizantes, en 1908 la cifra descendía a 223. Por otra parte, los socialistas se encontraban con más dificultades de las normales para conseguir representación en las elecciones municipales. El caciquismo y la compra de votos era normal en la Comarca Avilesina.

Y es que en Avilés, según cuenta Juan Carlos de la Madrid, los partidarios del Marqués de Teverga, excluían del censo a los obreros sindicados, o se compraban votos delante mismo de los colegios electorales a cambio de bollos y vino, o de dos pesetas. Pero a pesar de esas prácticas, en las municipales de 1900, los socialistas obtuvieron en Castrillón dos concejales, y tres en las de 1903.

LA RULA DE AVILES


Un día de Abril de 1920, los pescadores avilesinos, capitaneados por Tadeo Fernández, prestigioso patrón de pesca y hombre de pro entre sus compañeros, por su consejo siempre acertado y por su cualidad de marinero experto, se reunieron en el desaparecido Centro Obrero de la Calle de Pinar del Río, acordado constituir la Cofradía de Pescadores que, en sus comienzos, se tituló “El Crepúsculo”. El ambiente social de aquella época, pretendió influir en los reunidos para dar a su agrupación tintes políticos, pero ellos no entendían, no querían entender de política ni de luchas sociales y exigieron absoluta independencia, ellos querían una asociación eminentemente benéfica que les asistiera en las crisis de trabajo, en la enfermedad y la ancianidad. Así lo quisieron, y así fue.
En aquella reunión preliminar quedó señalado el camino a seguir, y que en realidad fue parco en problemas, puesto que después de señalar las cuotas de asociados (25 céntimos semanales), y fijar el cinco por ciento del valor de la pesca para gastos de Cofradía, se acordó realizar gestiones para conseguir dinero y proceder a la construcción de la rula, en lo que en lo sucesivo se subastaría el pescado, en vez de hacerlo sobre el carel de las lanchas o en la cubierta de los barcos como hasta entonces se hacía.
Los entusiastas marineros, a cuyo frente quedó como presidente Tadeo Fernández, consiguieron la cantidad de 5000 pesetas para tal menester, siendo facilitada dicha cantidad así: 2000 pesetas, por el armador don Manuel Arrojas, que se negó a percibir interés alguno por su préstamo, y 3000 pesetas con el cinco por ciento de interés, Por Doña Arsenia Fernández del Viso, popular estanquera de Sabugo. Con ese dinero y con el crédito concedido por la ferretería y materiales de construcción de los señores Vidal y Carreño (razón comercial ya extinguida), y establecida en el local que actualmente ocupa la Ferretería de Don José María Prada, se procedió a construir la primitiva rula, en la margen izquierda del muelle local, en terrenos cedidos desinteresadamente por Victoriano Fernández Balsera, constante benemérito protector de la sufrida clase pescadora. Sobre este terreno casi pegado a la empalizada del ferrocarril del norte, se construyó una sencilla edificación de madera, en cuya cima se instaló una pequeña campana cuyo tañido avisaba alas gentes de sabugo el arribo de la flota de bajura y de las contadísimas parejas de altura que en aquellas fechas tenían su base en nuestro puerto. Muchos han de recordar todavía, las escenas llenas de gracia y de ingenio de los que el reducido espacio de la cancha de subasta fue escenario la primitiva rula. Las pescaderas de Sabugo, no disciplinadas entonces, como hoy lo están, constituían con sus voces de protesta y salerosas ocurrencias, motivos más que sobrados para un sainete o para una novela de costumbres, con aquellas escenas en que la gracia, la donosura y el ingenio de Aurora la de Tadeo, María la Caresta, las Chaconas, la Pita, la Monxa, las Poretas, la Picuda, la Maizona, Dolores la Lluanco, Hermesenda, la Ramirona, la Macarra, Oliva el Cristo, Pacita, etc., constituían sabroso y picante motivo para los avilesinos, a quienes la novedad de la rula y el espectáculo esmaltado de ocurrentes decires, expresados las más de las veces con “vistas a la galeria”, empujaban hacia la primitiva rula, en las horas del atardecer.
Al socaire de aquel edificio chiquito y grato, en el que los viejos mareantes avilesinos apretaron fuertes lazos de unión para defensa de sus intereses, descansaban los días en que los elementos rizaban las aguas del Cantábrico, impidiendo la salida de lanchas y barcos, los marineros de Sabugo, remeros de pelo en pecho y pescadores arriscados que profesaban especial devoción a su patrona la “Virgen de las Mareas”, cuya cofradía, en sus comienzos, tuvo asiento en la secular Iglesia de Santo Tomás, en la que, presididos por el párroco, celebraba sus juntas en el atrio situado a la derecha de la llamada puerta de “Doña Sancha”, y en cuyo lugar se conserva aún la mesa de piedra sobre la que tantos acuerdos se habían escrito. Esos marineros, sumidos la mayoría de ellos en la vorágine fatal que a nadie y nada perdona, eran Tadeo, Pacho Careste, Romanones, Malín, Candín, Colás el de Severiana, Valeriano, el Pito, el Chucho, José María Corrales, Los Picudos, Manolo Arrojas, Vior, Languay y otros muchos más cuyos nombres escapan a nuestra memoria. Ellos con sus “marexeaes”, hacían digno “pendant” a aquel cuadro abigarrado, en el morir de las tardes, mientras ellas, las pescaderas, tan hábiles en la respuesta oportuna y rezumante de salero, como notabilísimas cantantes, entonaban a coro viejas canciones, ya olvidadas muchas de ellas, por desgracia, para el folklore local, como aquellas: “Adiós Pepita mía”, “Pescadora, pescadora” , “Narcisita”, “Bitelera”, etc.
Eran entonces los encargados de la rula Hipólito Arias y Gregorio Rodríguez.
Este primer edificio del gremio de marineros, solera del actual Pósito de pescadores “Virgen de las Mareas”, se inauguró el día 20 de Mayo de 1920, y su junta rectora la constituían, con su presidente Tadeo Fernández, Eloy Hevia como tesorero, José López González como secretario y, vocales, Argimiro Fernández, Francisco Arnilla, Pedro Cuervo y Alfredo Fernández.
Una de las primeras adquisiciones de la flamante rula, fue la de una báscula y, la primera campana, que se instaló sobre la sencilla espadaña del edificio, fue donada, por el siempre bien recordado avilesino Don Ángel Álvarez González.
En 1928, la explanación de terrenos para el ferrocarril estratégico de la costa, constituyó un serio problema para la rula, ya que aquellas obras obligaban a esta, al desmantelamiento de su edificio; pero para resolver este asunto de tan vital importancia, ahí estaba el bueno de Victoriano Fernández Balsera, quien les proporcionó nuevo y más extenso terreno muy cerca del anterior emplazamiento, sin más pago que el de 10 pesetas anuales, como canon, cantidad idéntica a la que ya venía percibiendo por el emplazamiento primitivo. Y no paró en esta nueva facilidad de aportación desinteresada y solícita el señor Balsera, sino que donó a la rula 7000 pesetas, que en concepto de indemnización habían sido hechas por el estado como consecuencia de la expropiación del terreno para el ferrocarril estratégico.
















LA FÁBRICA DE LOUIS LAURENS


En 1843, el francés Louis Laurens y su mujer María Alonso, alquilan el desamortizado covento de la Merced por 40 reales de renta. La nueva fábrica disponía de 35 telares. Los operarios entraban a las 6 de la mañana y salían a las 11 de la noche, con 15 minutos para el bocadillo y una hora para comer.

Algunas de las razones para la instalación de la fábrica en Avilés en vez de en Cataluña, fueron que en Asturias sus naturales son mucho más pacíficos que en Cataluña, y que en Asturias la clase jornalera se mantiene con las producciones del país, así que sus salarios son mucho más bajos que en Cataluña

LAS CAMPANAS


En Febrero de 1847, un asunto sin aparente impotancia: las monjas clarisas qua ocupaban el solar del antiguo convento de San Francisco iban a trasladarse a Oviedo, y habian decidido hacerlo Ilevándose con ellas las campanas del citado convento.
EI pueblo y el Ayuntamiento de Avilés se sintieron ultrajados, por cuanto aquellas campanas habían sido compradas por los vecinos de la Villa y le Cofradía de San Antonio de Padua. EI pueblo se hallaba conmovido,y el alcalde impidió bajar las campanas.


EI Gobemador de Ia provincia sin embargo ordeno el traslado, pero los avilesinos lo impidieron ocupando el convento. El Ayuntamiento, claramente favorable a la protesta, ya que consideraba las campanas de propiedad municipal, intento controlar la situación designando una "guardia de vecinos h0nrad0s" para custodiar la puerta dal edificio y enviando al Marques da Ferrera para mediar ante el gobernador civil y eclesiástico. Pero la presión de estos era máxima.


La ciudad entró así en una especie de toque de queda (se prohibiercn las reuniones, los gritos, etc), el alcalde y el síndico del ayuntamiento fueron multados con mil reales y el ayuntamiento entero acusado de complicidad


Solo entonces depuso su actitud (que perdonó un mes mas tarde la multa al alcalde) que finalmante logró el traslado de las campanas a costa de una ocupación militar da la ciudad durante cuatro días (24 al 28 daFebrerco de 1847).